viernes, agosto 10, 2007

CELOS

Tu mettrais l'univers entier dans ta ruelle,
Femme impure ! L'ennui rend ton âme cruelle.
(Charles Baudelaire, Les fleurs du mal)


Fue su primer amor, su mamá no lo sabía porque él era mayor de edad y ella tan solo era una niña, le aseguraba que la amaba y cada vez que ella entraba a su cuarto él se lo demostraba con caricias que aunque no llegó a describir si las entendí. Ella quería casarse joven y tener tres hijos, era su ilusión, pero esta se marchito como las flores que le regalaba; sin embargo, cada tanto volvía con sus promesas y la llevaba de nuevo a la cama para hacerle el amor, y todo esto aunque la destrozó, no le importaba, pues luego de abrir sus piernas las cerraba queriendo arrancar aquello que le mentía, para así capturarlo, y ahí por dentro ser feliz para siempre.

Y todo eso me lo contó a mí que estoy tan enamorado de ella, ahora perdí la causa y quiero recordar los días antiguos cuando sentía que era el último, y a la vez el primero, en ese entonces mis ojos iluminaban horizonte y mi espíritu era de igual tamaño a ese orgullo que traicioné cuando ella llegó. Y me pregunta porque escribo: “y creciste con esa cara mancha en el sexo, amor, y cada vez que te deseo siento un agudo dolor en el arco intestinal”. Es simple muñeca, me das asco.

Me repite que me ama pero no le creo, guarda algo pérfido y no descansaré hasta encontrarlo. Y ya sé que el armario, y la mesita de noche esta vacía, pero no se nada de su corazón. Limo estas uñas para arrancarlo una noche no muy lejana, entonces el vino llamará el sueño y la coca le apaciguará el dolor. Primero hurgaré en su piel, después abriré las costillas y luego con los dedos haré a un lado el pulmón, beberé su sangre y la vomitaré en su boca y si es necesario la desollaré para ver entre sus vísceras, pero no me mentiras perrita lujuriosa.

Lucia Prado cocía corazones sin remedio cada fin de semana, alma caritativa que jamás pudo encontrar el amor, pero en lugar de buscar un rincón para morir en la soledad o fulminar su vida con una sobredosis de paracetamol me encontró a mí, Lorenzo Ramos, inocente criatura que descubrió el amor y a la vez el odio. Algunos lo llaman celos, ¿pero que son los celos? ¿El amor llevado hasta sus últimas consecuencias? Amor y odio, odio y amor, te amo tanto que detesto, te detesto tanto que te amo.

Y yo te amaba hasta que me contaste aquella historia, entonces empecé a caminar hacia mi casa por la penumbra, y la descubrí a ella – ¿Qué haces oculta en la espesura? Ya el aire ha delatado tu olor y tu enojo ha inoculado por fin el veneno “Sino sombrío sin un solo grito, niño perdido llanto olvidado, ¿quien te amamantara en las noches sin luna?, sin un solo beso sin un solo abrazo, tu tez pálida, tu corazón ennegrecido, y del dulce canto ya ni un suspiro…”. Y me enamoré de la muerte.

viernes, abril 27, 2007

La Trampa Mortal

A mi parche de escalada,
¡Lléguele Parce!
Marzo veinticuatro, hacía sol y él hablaba del “estrés” paralizante.

Que estrés ni que hijueputas, ¡falta de carácter!; Mire la vida es como la escalada, uno ve la ruta y pailas esta como jodida ¿cierto? Pero entonces uno se coge los güevos y se trepa.

Estoy empopeyado viejo Alex; respondía el Vampiro, además llevo resto sin escalar.

¡Que va! ¡Que va! Vampiro gay, le voy a traer el listoncito rosado y la faldita para que se ponga a chillar.

La brisa les hizo dar a ambos un escalofrió mientras se miraban a los ojos

Es veinticuatro de marzo, dijo el vampiro, y hace mucho sol.

De que putas habla ¡Hágale a ver o voy yo!; Alex lógicamente tenía sus rollos pero no se los contaba a nadie, un man muy sólido o con temple que llaman, pero el vampiro no sabía que era temple y “my first love” era una ruta cuyo nombre lo decía todo y ese tipo de cosas necesitan bastante temple. Al cabo de un rato el hombre por fin se decidió a abrir la ruta, trepo con desdén los tres primeros metros aburridos pero que presa tras presa iban abriendo el preludio de lo que venía más adelante: extraplomo de metro y medio mal contado sin seguridad aun; el movimiento a seguir es arquear hacía atrás las vértebras cervicales y lumbares manteniendo la presión de la cadera sobre la superficie vertical; una de las manos (preferiblemente la derecha) que ya ha seguido con la otra un trayecto de dos o tres presas por un techo, ahora buscaba con agilidad y a ciegas -con tacto- una pequeña saliente que permite apoyar el dedo corazón e índice dejando a un lado la sofisticación del pulgar (pues es que no hay espacio), para así estirar las piernas y de esa manera montar la otra mano en una presa que parece un altar, y sobre la cual se deja suspendido la mayor parte del peso del cuerpo soportando la tendencia a sufrir “Elvis - arm” para de esta forma sacar rápidamente el “quick” del arnés y... paft!

No había sangre, y ni Alex ni yo decíamos nada, como que esperamos a que se levantara o algo así, yo recuerdo haber sentido ganas de orinar como cuando rompía las porcelanas de mi casa, el Vampiro agitaba los brazos y entornaba los ojos con un desespero que no puedo describir, parecía como querer aferrarse a algo y ese sufrimiento nos tuvo aturdidos y aterrados hasta que por fin cesó. Ahí fue cuando el aire entro de nuevo en mi garganta y pregunté, ¿se jodío marica? Alex agitó la cabeza y me gritó, cójalo de las manos güevon!!, ¡no lo mueva!, le respondí empujándolo, que tal que se haya jodido la espalda... pero que espalda ni que hijueputas, ahí estaba ese man de metro noventa y setenta y cinco kilos de peso... muerto… y yo dizque echándome para atrás las mechas de mi cabeza para poderlo ver mejor.

Alex piensa que fue una buena muerte, que a uno lo han querido tener siempre como muerto en vida “ser parte del sistema, güevon”, pero que si uno se muere haciendo lo que quiere pues mejor, se muere viviendo, es decir se escapa ¿me hago entender?; o bueno, mas o menos eso fue lo que le quiso decir a don Fernando, pero él lo mando a comer mierda porque nadie le quitaba la cabeza que es muy hijueputa enterrar a un hijo o algo así era lo que gritaba mientras lo buscaba para darle en la jeta.

Yo a veces me pregunto que es lo que pensaba el Vampiro; una vez leí un cuento del hombre y hablaba de un man que corría y corría todos los días y antes de dormir tomaba litros y litros de agua para despertarse de nuevo temprano, pero ya estaba mamado de estar haciendo eso, así que una noche decidió no tomar mas agua; él lo llamó la trampa mortal: “Verano torcido de hojas secas, hoy hace mucho sol y amanecí con magnesio en mis uñas, la boca me sabe a formol y Malena, la bella Malena viene a la cama y no podré besarla…¿Qué le voy a decir yo? ¿Qué no sé que paso? ¿Qué solo quería dormir un rato? ¿O que aunque estoy muerto sigo siendo un hombre honrado? …a lo mejor si me sacaran un rato al sol; pero que los niños me espanten las moscas, ¡que me las espanten por amor a Dios!

miércoles, enero 17, 2007

¿Teoría construccional o la antítesis de la voluntad?

Para que un sistema de tamaño finito subsista en el tiempo, debe evolucionar y, por ende, facilitar de forma progresiva, el paso de corrientes que fluyen a través de él.

Un flujo corresponde a un equilibrio de áreas con resistencias grandes y pequeñas. Se logra mediante una distribución óptima de imperfecciones, de forma que le mayor número posible de puntos del área se someta a un esfuerzo tan igualado como se pueda. Para obtener ese equilibrio óptimo de las resistencias, el material debe adoptar ciertas distribuciones. Así, la cuenca de un río se configura y se reconfigura de modo de que el agua acabe por descargarse con la mínima resistencia por la desembocadura.

Adria Bejan y James Marden. Investigación y ciencia, octubre 2006. Teoría Construccional